
Al ser una ciudad frente al mar entre Barcelona y Badalona además de su proximidad a la desembocadura del río Besós la habían convertido en una ciudad industrial muy poblada donde estaban instaladas entre otras dos centrales térmicas que suministraban energía eléctrica a Barcelona.
Fue por tanto objetivo de la aviación fascista italiana que con base en Mallorca bombardearon durante la guerra civil tanto a las fábricas como a la población civil con el resultado de 39 muertos, 36 edificios destruidos y 98 dañados.
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